Hace tiempo me habían regalado una cesta con maravillosos productos, un poco especiales, un poco más escogidos. Y en la cesta venía un paquete de arroz salvaje, con el que no sabía qué hacer y le iba dando esquinazo al pobre. No tenía la culpa, pero yo le miraba y no se me ocurría nada.
Afortunadamente, me vino la inspiración al ver un post en internet, y decidí darle uso con esta receta. Y la verdad, no me arrepiento para nada. Es un plato muy fácil de hacer, pero tan tan rico, que se lo recomiendo a todo el mundo. Además, se puede hacer completamente vegetariano cambiando la mantequilla por aceite de oliva y elimiando el chorrito final de nata. Unas cuantas verduritas, y con un sabor que os sorprenderá. ¡Espero que os guste!
Ingredientes:
- 1 cebolla pequeña
- un par de nueces de mantequilla
- Media calabaza de violín
- 125 - 130 gramos de arroz salvaje
- un buen manojo de espinacas frescas
- 1 manzana (yo usé una roja, pero podéis probar con otro tipo)
- un chorrito de nata líquida
- un poco de tomillo y sal al gusto
Elaboración:
- Cocer el arroz salvaje según instrucciones del paquete. En el mío ponía que había que hervirlo con abundante agua y un poco de sal durante una hora o hasta que la cascarilla se abriera y empezaran a salir los brotes blancos. Las seguí tal cual y estaba en su punto perfecto.
- Pelamos y picamos en cuadraditos pequeños la cebolla, y a continuación, la pochamos en la mantequilla hasta que quede suave y transparente.
- Pelamos la media calabaza, retiramos las pepitas y troceamos en cuadraditos tirando a pequeños. Lo añadimos a la sartén donde tenemos la cebolla. Sazonamos y espolvoreamos un poco de tomillo. Revolvemos bien.
- Pochamos durante 8 minutos, o hasta que la calabaza se haya ablandado. En ese momento, añadimos las hojas de espinacas frescas lavadas y secas, y también el arroz salvaje que previamente hemos cocido. Revolvemos bien en la sartén para integrar todos los ingredientes. Añadimos el chorrito de nata líquida para añadir cremosidad a la elaboración.
- Por último, pelamos y picamos la manzana en cubitos y la aádimos al final, para que se mantenga crujiente y fresca. Revolvemos un par de veces mientras consumimos el fuego y ya está listo para comer :)
Acabo de encontrarte y me parece que me quedo por aqui, me gusta lo que he visto.
ResponderEliminarSi te apetece conocer mi blog es este: latataconxi. Un abrazo
Oh, muchas gracias, me alegra que te pases por aquí. Eres más que bienvenida a quedate todo el tiempo que quieras :)
EliminarY claro que me paso, por supuesto!
Un saludín! :D
Por la foto resulta un plato muy atractivo, de esos que los contrastes de sabores van sorprendiendo a cada bocado.
ResponderEliminarSaludos
Exacto, es una nueva combinación, pero en serio que está riquísimo todo ;)
EliminarUn saludín! :D
Anda, ¡qué combinación! Nunca he comido frutas con la comida, pero fíjate que tu plato se ve muy muy apetecible, así presentado se ve genial. Y además, con lo arrocera que soy yo esto me lo comía en un pispas.
ResponderEliminarDesde que era pequeña, a combinación arroz+manzana es ago que abunda en mi casa, así que tampoco es que me suene a chino, jajajaja. Pruébalo que está rico rico, jejeje.
EliminarUn saudín! :D